Ingeniero Javier More – Perú.
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La tecnología no se detiene; se encuentra en constante evolución. Cada año aparecen nuevos servicios, aplicaciones y demandas de conectividad que ponen a prueba a las redes tradicionales. Hoy vivimos en un escenario marcado por la computación en la nube, los sistemas distribuidos, el Internet de las Cosas (IoT), las redes 5G/5.5G y la inminente llegada de 6G. En este contexto, desde hace algunas décadas, surgieron dos conceptos que cambiaron las reglas de juego en busca de automatización, confiabilidad, programabilidad y escalabilidad: las Redes Definidas por Software (SDN, Software Defined Networking) y la Virtualización de Funciones de Red (NFV, Network Functions Virtualization), junto con sus evoluciones más recientes.
El punto de partida:
Antes de SDN y NFV, las redes eran esencialmente cajas de hardware propietario. Cada equipamiento de red (como los enrutadores y los conmutadores) incluía su propio plano de control y su propio plano de datos, lo que hacía que la red fuera rígida, costosa de escalar y lenta de adaptar a nuevos servicios. Cualquier cambio implicaba configurar manualmente dispositivo por dispositivo, y la incorporación de nuevas funciones requería comprar equipos especializados.
Este modelo funcionó muy bien durante algunos años, pero con la llegada de las nuevas tecnologías y los nuevos requerimientos, la industria de redes necesita evolucionar. Y no se trata solo de más velocidad en la conexión o menor latencia, sino en tener redes dinámicas, flexibles y programables. Es en este contexto donde SDN y NFV cobra relevancia y encuentra un lugar ideal para desarrollarse.
Aunque nacieron como propuestas independientes, SDN enfocada en separar el plano de control (CP) del de datos (DP), y NFV en virtualizar funciones de red que antes dependían de hardware especializado, hoy convergen de manera natural para dar vida a arquitecturas de red de nueva generación con características inteligentes y adaptables. Esta convergencia responde a necesidades muy concretas como:
Un ejemplo: SD-WAN
Un buen ejemplo de esta evolución es el SD-WAN, que lleva los principios de SDN al ámbito de las redes de área amplia. Gracias a ello es posible orquestar de forma inteligente múltiples enlaces (MPLS, banda ancha, LTE, 5G), priorizar el tráfico crítico, mejorar la experiencia de usuario y garantizar conectividad hacia entornos multicloud.
En efecto analistas como Gartner y MarketsandMarkets proyectan que el mercado de SD-WAN crecerá a tasas superiores al 30% anual en los próximos años. La razón es clara: las empresas ya no consumen solo conectividad, consumen experiencia digital, y el SD-WAN es la herramienta que asegura esa experiencia.
Casos de éxito:
En 2023, Google patentó una arquitectura distribuida de SDN denominada dSDN (distributed SDN), cuyo objetivo es superar las limitaciones de los controladores centralizados tradicionales. Con este enfoque, la inteligencia de la red se distribuye en varios nodos, lo que permite mayor resiliencia, menor latencia y mejor escalabilidad en entornos complejos como el edge computing, el IoT masivo o las redes 5G/6G.
Google tiene experiencia en este campo, dado que en 2013 implementó Google B4, una de las primeras redes troncales basadas en SDN con alcance global, que permitió interconectar sus centros de datos en todo el mundo. El resultado fue un incremento sustancial en el uso de la capacidad de los enlaces y una red con mejores prestaciones de operabilidad.
Asimismo, operadores de telecomunicaciones como AT&T, Telefónica y NTT muestran casos de éxito que han combinado las tecnologías SDN y NFV:
Un caso particular es Rakuten Mobile en Japón, que diseñó desde cero una red basada en NFV y cloud-native, convirtiéndose en el primer operador “nativo digital” en telecomunicaciones.
SDN y NFV:
Ahora bien, luego del contexto previo, conviene repasar algunos aspectos clave de cada tecnología:
Un ejemplo simple: en las redes clásicas cada router ejecuta algoritmos de enrutamiento (OSPF, BGP) para decidir rutas. Esto consume tiempo y recursos en cada nodo, especialmente durante la convergencia. Con SDN, esa lógica se centraliza en un controlador con mayor potencia de cálculo, liberando a los routers de esa carga y logrando una red mucho más ágil.
Breve historia de SDN y NFV
Futuro: IA, ciberseguridad y redes autónomas
Lo que viene es aún más desafiante.
En síntesis, gracias a SDN y NFV las organizaciones pueden adaptar sus redes a nuevos servicios en cuestión de minutos, reducir costos al evitar hardware propietario, integrar con naturalidad la nube, el IoT y el 5G, y prepararse para el salto a 6G. Por tanto, estas tecnologías no solo resuelven los desafíos de las redes tradicionales: se han convertido en la base sobre la cual se están construyendo las redes de datos y de telecomunicaciones del futuro.
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