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31 enero 2022

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Resiliencia Cibernética Con Miras A Una Ciber-Inmunidad Post COVID-19

Resiliencia Cibernética Con Miras A Una Ciber-Inmunidad Post COVID-19

Msc. Ana Gabriela Valdiviezo Black,
Ecuador

El acceso a Internet de alta velocidad es un insumo esencial en el proceso de desarrollo social y productivo a nivel mundial. La pandemia de COVID-19 ha develado la inminente necesidad de contar con tecnologías digitales para acceder a educación, servicios públicos, teletrabajo, entre otros.

 

A partir de la aplicación de las primeras medidas sanitarias y confinamiento, comenzaron a mostrarse evidencias que develaban la importancia de las tecnologías digitales para neutralizar el aislamiento y facilitar el funcionamiento de todas las actividades económicas, sociales y productivas, así como lograr mayor control y transparencia en la estadística relacionada con el virus, medir su propagación, facilitar soluciones de diagnóstico, prevención y difusión en tiempo real.

 

Pero todo este crecimiento acelerado de adopción tecnológica trajo consigo un crecimiento explosivo de datos e información que se generan y cursan a través de los diferentes sistemas, redes locales e Internet, aumentando los niveles de riesgos y vulnerabilidad de datos personales e información sensible de negocio. La facilidad de la hiperconectividad llegó con un precio “LA SEGURIDAD”.

 

La Comisión Económica para América Latina revela que “América Latina y el Caribe logró conectar a Internet a 2/3 de su población con predominio en la Banda Ancha móvil (67,5%)” siendo las tecnologías digitales las protagonistas en esta pandemia, y que su adopción fue extremadamente acelerada provocando que avances tecnológicos que se preveía que demorarían años, se produzcan en pocos meses.

 

Así mismo, la pandemia de COVID-19 apresuró cambios en los modelos sociales, de gestión, de producción, de demanda y de negocios que se han volcado al uso de medios electrónicos y canales en línea. Según la CEPAL, entre el primer y segundo trimestre de 2020, el uso de soluciones de teletrabajo aumentó 324% y la educación a distancia más de 60%, se triplicó el número de firmas y empresas en línea y el número de páginas web empresariales aumentó 8 veces en Colombia y México y casi 4 veces en Brasil y Chile.

 

La transformación digital es irreversible, por ello, para una participación efectiva dentro del ecosistema digital y para mejorar procesos e incrementar la productividad, es trascendental digitalizar todas las cadenas productivas, sociales y económicas de manera segura, mediante la aplicación de leyes, planes y políticas que nos permitan mitigar el riesgos y amenazas cibernéticas, las cuales son cada vez más frecuentes y sofisticadas. La pandemia de COVID-19 retó al crimen organizado para sofisticar sus medios para delinquir y buscar la incursión de nuevas alternativas y actores que aumenten las amenazas, siendo el 2020 el año perfecto para el incremento de la actividad cibernética delictiva, es así que según un estudio realizado por la Universidad de Maryland se confirma que cada 39 segundos ocurre un ciberataque. FirEye revela que 1 de cada 2 víctimas de ciberataque vuelve a ser atacada con éxito en menos de 1 año, Accenture informa que cada día son bloqueadas 24.000 aplicaciones maliciosas y, de acuerdo con una encuesta de CyberEdge Group, el 81% de las organizaciones fueron afectadas por un ataque cibernético en 2020.

 

La adopción tecnológica acelerada obligó a los Gobiernos a priorizar la seguridad cibernética y tratarla como una Estrategia Nacional para crear un entorno digital confiable y seguro que promuevan la prosperidad socioeconómica. Sin embargo, esto no es suficiente, necesitamos resiliencia cibernética que permita que el entorno digital se adapte a amenazas y desafíos conocidos y desconocidos, y pueda recuperarse rápidamente ante condiciones adversas, es decir que pueda asumir y estar consciente de las vulnerabilidades para que cuando estas ocurran, pueda reducir su impacto.  La resiliencia cibernética no reemplaza a la ciberseguridad, sino que se complementan, aprovechando mutuamente las medidas establecidas para reaccionar y reponerse de ciberataques minimizando riesgos.

 

Por otra parte, es necesario intentar alcanzar la inmunidad cibernética bajo el criterio de que la única forma de evitar un ataque consiste en hacer que este resulte poco rentable económicamente para los atacantes. La principal barrera es que los sistemas de información incluso modernos, están diseñados sin considerar la ciberseguridad, por ello es necesario dar un giro hacia un nuevo concepto de seguridad y lograr que los nuevos sistemas se basen en principios de seguridad por diseño es decir tener productos con un diseño que en principio no necesiten protección adicional, mas aún cuando tendremos miles de millones de dispositivos conectados a Internet, por ello la necesidad urgente de contar con dispositivos inteligente con una arquitectura segura y una capa de seguridad integrada.

 

El camino apenas empieza y será muy dilatado, por tanto, es importante continuar con la labor de educar a los usuarios sobre los peligros y vulnerabilidades de la hiperconectividad como el primer paso para lograr una verdadera inmunidad cibernética.

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